Beneficios del Perdón

En nuestras vidas siempre tendremos que asociarnos a otras personas sean amigos, familia o aún desconocidos. Esto sucede desde niños. Hemos experimentado que en los intercambios de momentos de vida con otros hay intenciones, plantas y acciones que no son agradables muchas veces y dejan un sabor amargo, especialmente cuando son acciones que nos obligan a cambiar el curso de nuestra vida a una que no buscábamos pero que tuvimos que adaptarnos. Es allí donde muchas veces se anida en nosotros ese sentimiento de dolor y a la vez de desquite, que al no llevarse a cabo se traduce en raíz de amargura.

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;” ‭‭Hebreos‬ ‭12:15‬ ‭RVR1960‬‬

Mitad, poned atención, es la amonestación que como Cristianos tenemos, que no nos cause estorbo una raíz de amargura, por nuestro bien y el de los que nos rodean, porque una actitud y una intención puede ser contagiada a otros creando una reacción en cadena de sentimientos negativos.

La advertencia es contra una contaminación, es decir una distorsión de lo natural. Así como un vaso de agua es contaminado con un mililitro de cualquier otro componente y le hace perder su entera composición de la misma manera un alma amargada contamina a otra en una conversación o en una actitud.

Encontramos una historía en la Biblia que nos sirve como ejemplo de lo que puede producir un espíritu perdonador. La historia de José “el soñador”.

De acuerdo al relato Bíblico que se encuentra en Génesis, él fue vendido por sus hermanos como si fuera un esclavo a unos mercaderes y fue trasladado a otras tierras lejos de sus padres y lejos de sus hermanos causando en su vida un cambio forzado. En el transcurso de su vida relatada en la Biblia se encuentra que padeció aún en momentos como prisionero acusado falsamente de ser un hostigador de una mujer casada. Fueron muchos años que vivió en ausencia de su familia, no por decision propia sino por la envidia de sus hermanos.

Pasados los años sus hermanos fueron a Egipto que es donde ahora vivía José y ya no era más aquel muchacho de 17 años sino era gobernador y tenía poder y autoridad. Al ver a sus hermanos no podía hablarles sino ásperamente demorando con eso que tenía amargura en su alma por lo que le hicieron.

A pesar de su dolor llegó el momento que tuvo que revelar a sus hermanos quien era él, pues al principio no lo reconocían. En el momento que él les dijo que era su hermano, aquel que habían vendido, todos se asustaron y temieron por sus vidas porque pensaron que se iba a vengar de ellos y aunque ellos expresaron que lo merecían la respuesta de José los dejos impresionados.

“Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.” ‭‭Génesis‬ ‭50:19-21‬ ‭RVR1960‬‬

Las palabras de José dejan claro que entendió algo que debemos entender, no estamos en lugar de Dios, a pesar de los daños y del tiempo que ha pasado reconoce que Dios lo permitió porque había un plan mejor. Así lo expresa que ellos pensaron hacerle mal pero Dios lo encaminó para bien, no solo para el sino para su familia y muchas otras personas.

Cuando se perdona hay un beneficio personal, el alma se libera de cadenas de dolor, venganza y enojo y se transforma en un alma con paz, gozo y dominio propio y eso permite no sólo ser libre pero a la vez de le da la oportunidad al que ofendió de ser libre también. Es una oportunidad para expresar y demostrar el amor de Dios que todo lo perdona. José liberó a sus hermanos y ellos disfrutaron de los bienes que su hermano ahora tenía.

Si ahora hay dolor en tu corazón por algo que te hicieron, perdona, da gracias a Dios y deja que Dios obre en favor tuyo y de los demás.

Dios te bendiga.